Mujer Moderna Actual
A
lo largo de los años y de las décadas, el papel de la mujer en la sociedad ha
ido cambiando. Este cambio no ha sido ni rápido ni fácil, sino que se ha
producido paulatinamente.
La
mujer ha sufrido mutaciones en todos los aspectos de la vida: desde el ámbito
familiar, hasta su papel profesional, pasando por las relaciones con el sexo
opuesto, y hasta con el mismo sexo. La mujer cambió, pero nos preguntamos,
¿estaban listas para este cambio?
En
tiempos pasados, las mujeres eran vistas como el objeto que organizaba el
hogar, con un rol principalmente doméstico, tomando toda responsabilidad y
poder dentro del mismo. Desde su crianza se le atribuía, y ella misma asumía,
todo lo relacionado con la crianza de los hijos y el cuidado del hogar. La
mujer era vista como un servicio y ayuda para el marido. Ella era la jefa del
hogar y el marido el jefe de la familia.
Su
principal dedicación era ser ama de casa y era impensable que la esposa se
desempeñara laboralmente fuera del calor del hogar.
Por
otro lado, a la “mujer antigua” no se le ocurría buscar o mirar a diferentes
hombres hasta encontrar a su amor ideal. Por el contrario, se casaban con el
primer novio, con el novio de la adolescencia y a una muy temprana edad. Este,
por supuesto, era su primer hombre sexualmente hablando, y era él quien las
llevaba a una vida adulta, y ni pensar en el divorcio que era mal visto por la
sociedad.
Actualmente
todo ha cambiado, la mujer ya no es más aquella chica que se queda en casa
esperando al amor de su vida, ya no se queda aprendiendo los quehaceres
domésticos para llegar a ser la servidora ideal para el marido, ni tampoco se
queda con la educación básica, sino que sale en busca de más.
Muchos
son los eventos que han pasado y han llevado a diferenciar a aquella “antigua
mujer” con esta “mujer moderna”, liberal, y sin miedo a nada. Guerras,
revoluciones, derecho a voto son algunos de los hechos significativos que han
llevado al cambio de roles.
Pero
ella no hubiera cambiado sin que la sociedad y los hombres se lo permitiesen.
Se puede decir que este cambio de roles no sólo se dio en la mujer, sino que
también fue un cambio social y un cambio del sexo masculino. Todos han
cambiado.
En
el contexto actual, la mujer debe llevar adelante varios roles simultáneamente.
Esto genera una gran carga para algunas. Muchas de ellas lo hacen por
necesidad, otras muchas por gusto y auto superación.
La
sociedad moldea un tipo de mujer, la mujer que sale a luchar, que no se queda
solo con lo que se le da. Busca una mejor vida para ella y para su familia. Ya
no es más el sexo emotivo, susceptible, llorón. Dejó de ser el sexo débil por
el sexo que va al frente, lucha contra todo y todos
Lo
mismo ocurre en el aspecto sexual, ya no son las mujeres las que cumplen el rol
pasivo, que están a la espera de que un “príncipe” las venga a seducir y a
rescatar de la casa de sus padres. El rol que se le asignaba a la mujer era,
básicamente, el papel de madre. Antiguamente, el hombre era el principal
sustento de la familia. Sin él no se podía concebir a un niño, ni tampoco
sustentar económicamente a la madre e hijos. Sin el padre se veía incompleta a
la familia, se desmoronaba.
Hoy
en día con los nuevos métodos de concepción, tales como la inseminación
artificial, el hombre es dejado a un lado, ya no se necesita de él para tener
hijos y formar una familia. En segundo lugar, la mujer ha salido a trabajar,
tiene un papel activo en el mercado laboral, lo que le permite que tanto ella
como su hijo tengan un sustento económico que los ayude a sobrevivir.
La
relación entre el rol de madre y el rol de trabajadora ha cambiado: la mujer
solo se dedicaba a ser ama de casa, atender a sus hijos y no trabajar fuera de
su hogar. Actualmente la mujer se ha insertado en el mercado laboral, asumiendo
grandes responsabilidades, sin descuidar la educación de los niños ni el
cuidado de su familia.
Estos
cambios, también han afectado a la institución del matrimonio.
Tradicionalmente
se creía que la mujer veía al matrimonio como única forma de construir un núcleo
familiar, de procrear y sentirse protegidas. Pero esto ha ido cambiando, y en
la actualidad, muy pocas mujeres consideran indispensable tener una pareja
estable para poder tener una familia.
El
sexo ha dejado de ser un tema tabú para pasar a ser un tema que se discute
abiertamente, no solo entre charlas con amigas, sino también en la televisión,
revistas y otros medios.
La
mujer se casaba con el hombre que era aceptado por los padres y era el primer
novio con quien perdía la virginidad una vez casada y se destinaba a pasar el
resto de su vida. El divorcio y/ o separación era impensable. Se dedicaban
devotamente a su matrimonio y al cuidado de sus hijos sin salir de su hogar,
suprimiendo toda relación con sus amigas y toda actividad de gusto personal.
En
estos días, las mujeres pasan años y por muchos hombres antes de encontrar al
hombre indicado y cuando lo hacen no se casan de inmediato, pasan muchos años
de noviazgo y como fase siguiente se van a vivir juntos. Esta situación puede
llevar al matrimonio o no, dependiendo de cada pareja y de su evolución y
postura al compromiso.
El
sexo femenino sigue frecuentándose con sus amigas (hasta tienen días fijos para
salir con ellas), tienen tiempo libre para su recreación. No es más la esclava
del hogar, del esposo.
Por
otro lado, el sexo se ha vuelto más casual, está bien visto tener affaire. No
es necesario esperar hasta casarse para tener relaciones, por el contrario, se
está produciendo un cambio, sobre todo entre las adolescentes, que ven erróneo
llegar vírgenes al matrimonio.
Pero
sí bien en las maniobras de acercamiento, las mujeres empezaron a tomar la
iniciativa, su manera de hacerlo es mucho más selectiva y discreta que la que
practican los hombres.
Las
mujeres tienen el poder de estudiar, trabajar y tener éxito propio pero a la
vez no quieren renunciar a su feminidad.
En
toda mujer actual hay una mezcla entre la nueva autonomía individual y la
tradición. Ciertas normas y valores sociales han ido desapareciendo, mientras
que otras han logrado mantenerse: tanto los ritos de belleza, la seducción, la
moda han permanecido, mientras que el culto a la
Virginidad,
la posición de la mujer en el hogar han cambiado.
Se
cuidan, siguen un estilo (o muchas veces simplemente la moda), buscan glamour y
seducir al sexo opuesto. Consideran a lo exterior vital, un símbolo de belleza.
Las cirugías estéticas han encontrado su auge y siguen en alza. La mujer hace
de todo para verse mejor, para sentirse cómoda con su cuerpo y consigo misma.
Todas estas características son las que
califican a la mujer actual: una mujer que conquisto el poder de disponer de sí
misma, de decidir sobre su cuerpo, matrimonio, fecundidad y el derecho al
conocimiento y desempeño de cualquier actividad.